Geoparque Mundial UNESCO

Nº07 – Estrecho de la Peña Amarilla

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LOCALIZACIÓN Y ACCESIBILIDAD

El estrecho de la Peña Amarilla se encuentra al este de la población de Alía y se accede a él por la carretera EX-102, a la altura del punto kilométrico 92,5, donde se llega hasta un mirador y aparcamiento en la margen norte de la carretera.

Desde el punto de vista geológico, se localiza en el límite natural entre la sierra Palomera, en el flanco oeste del sinclinal del Guadarranque, y los relieves peniaplanados del anticlinal del Ibor.

ATRACTIVOS DE LA VISITA

Durante la visita, además de la impresionante geología que muestra el afloramiento de la Cuarcita Armoricana que se ofrece desde el mirador del estrecho de la Peña Amarilla, puedes observar buenos ejemplares de pistas de trilobites (Cruziana) en los cortes de la carretera, así como también algunas secciones transversales de estas huellas, lo que hace de este geositio un lugar paleontológico singular.

Presta atención también a las comunidades biológicas rupestres. Entre éstas, quizás lo más destacable sean los característicos líquenes crustáceos de llamativo color amarillo (Acarospora oxytona) que tapizan las paredes rocosas y que le dan su nombre a la Peña Amarilla. Así mismo, se pueden encontrar ejemplos de vegetación protegida, amenazada o relicta, (loros, enebros, etc.), además de apreciarse el contraste entre la exuberante vegetación presente en las laderas de umbría en contraste con la más expuesta que sobrevive en las solanas.

Desde este mirador tendremos la oportunidad de observar las colonias de cría de buitres leonados y también algunos nidos aislados de alimoches y cigüeñas negras, que aprovechan los farallones verticales para asentar sus nidos.

Es interesante, además, conocer una cita histórica relativa a este sitio:

En el año 1133 el rey Alfonso VII de Castilla pasó por el camino romano que cruza el desfiladero de Peña Amarilla hacia Talavera, viniendo con su ejército desde Al-Ándalus. El regreso del ejército, al finalizar la campaña contra los árabes, lo realizó desde Sevilla: “Deinde rex movit castra et transivit illum Portum de Amarela et exivit in civitatem suam, quae dicitur Talavera”. (Luis Sánchez Belda, Parágrafo 42). Este viejo sendero se denominó desde entonces «Camino Sevillano de Talavera», por donde entraron los primeros colonos cristianos en nuestra comarca durante la Reconquista.

INTERPRETACIÓN GEOLÓGICA

El estrecho de la la Peña Amarilla es un desfiladero fluvial producido por el encajamiento del arroyo Jarigüela al atravesar los estratos de la Cuarcita Armoricana que conforman este espectacular paisaje.

Estos muros cuarcíticos tienen su origen en el Ordovícico Inferior-Medio (hace más de 470 millones de años), habiendo sufrido importantes movimientos tectónicos, de modo que, a pesar de tratarse de unas rocas muy compactas y duras, también son muy frágiles y se encuentran muy fracturadas, con numerosas diaclasas. Una diaclasa es una fractura en la roca que, a diferencia de las fallas, no tiene desplazamiento de los bloques resultantes.

Las roturas verticales a los planos de estratificación son la causa de numerosos desprendimientos de bloques rocosos que han originado las llamativas cuevas y los abruptos farallones de las laderas de este desfiladero.

El Estrecho es “una ventana entre dos mundos”: el mundo Ediacárico-Cámbrico Inferior y el Ordovícico, separados ambos por un prolongado periodo de emersión con depósitos continentales, seguido en el Ordovícico por una transgresión marina. Es decir, el progresivo avance de los mares sobre las tierras emergidas durante la orogenia Cadomiense (Ediacárico-Cámbrico) posibilitando el nuevo depósito de materiales durante los periodos siguientes, que después emergerán (elevación) al ser plegados durante la orogenia Varisca.

Podemos observar en la base del desfiladero las rocas lutíticas del Ediacárico, plegadas por la orogenia Cadomiense, y por encima de ellas conglomerados y rocas cuarcíticas del Ordovícico, plegadas durante la orogenia Varisca. En términos geológicos, esta separación entre estratos de distinta naturaleza y plegados por diferentes orogenias se denomina discordancia angular y erosiva.

En este geositio podrás observar alguno de los icnofósiles (pistas, rastros, galerías, etc. dejadas por antiguos organismos que no han fosilizado) más característicos de la Cuarcita Armoricana, especialmente Cruziana. Se atribuyen a rastros de desplazamiento -y probablemente alimentación- de artrópodos con apéndices (patas) como los trilobites. Estos rastros no solo aparecen cuando el animal se desplazaba sobre la superficie original, sino también cuando lo hacía en el interior de los sedimentos. En diversos lugares del geoparque también podrás ver estos interesantes fósiles, pero aquí pueden verse en corte (vista) transversal, lo que es algo muy poco común.

El animal iba caminando sobre una capa con alimento (lutitas en este caso) y las capas superiores (areniscas) iban cayendo detrás, rellenando el rastro.