LOCALIZACIÓN Y ACCESIBILIDAD
Se localiza entre los Kms. 20 y 21 de la carretera EX116. Se puede acceder con todo tipo de vehículo pudiendo aparcar en el margen derecho de la carretera en dirección Obando.
ATRACTIVOS DE LA VISITA
Desde el Puerto de San Vicente hasta los límites del Geoparque en dirección Obando se pueden observar los mejores afloramientos cenozoicos, desde los niveles inferiores del Mioceno Inferior, hasta las espectaculares Rañas de Cañamero (Geositio 59).
INTERPRETACIÓN GEOLÓGICA
El geositio incluye materiales Cenozoicos (Neogeno y Cuaternario). Los materiales del Mioceno están constituidos por areniscas con abundante matriz arcillosa y limos rojos sobre los que se disponen discordantes materiales fluviales canalizados posiblemente del Pleistoceno Medio-Superior constituidos por gravas con cantos poco redondeados y arenas. Representa las primeras terrazas fluviales y son las primeras evidencias en el Geoparque de la transición de una cuenca endorreica neógena, donde se depositaron los materiales fluviolacustres mal clasificados del Neógeno y Pleistoceno inferior (Rañas) al régimen exorreico de la actual cuenca del Guadiana. Las importantes bajadas del nivel del mar en el Pleistoceno provocadas por el inicio de la Glaciación Cuaternaria, con una gran acumulación de hielo en el hemisferio norte, determinaron la transición de las cuencas endorreicas del Guadiana, Tajo y Duero a las actuales cuencas exorreicas con desembocadura en el Atlántico. La abrupta bajada del nivel de base del rio que conformaba lo que hoy es el tramo bajo del Guadiana aceleró su acción remontante, captando los cauces de la cuenca endorreica posiblemente a la altura de Olivenza. En estas nuevas cuencas exorreicas se produce la rápida erosión de los materiales no consolidados del Neógeno y las rañas del Plioceno Inferior y se generar un nuevo tipo de depósitos constituidos por de terrazas fluviales escalonadas.
Los materiales aquí expuestos presentan una morfología de paleocauces discordantes sobre los materiales del Mioceno. El contraste geomorfológico de ambos materiales es muy evidente, los materiales del Mioceno impermeables presentan un importante acarcavamiento por el discurrir de las aguas superficiales que no afecta a los materiales suprayacentes y permeables de la terraza.
