Los verracos (figuras de animales esculpidas en piedra) están presentes en el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara en los notables ejemplos que podemos observar en las localidades de Villar del Pedroso, Valdelacasa de Tajo y Peraleda de San Román. Estas excepcionales manifestaciones culturales y arqueológicas del pueblo vetón se encuentran sobre todo en el territorio comprendido entre los ríos Tajo y Duero. Corresponden al período histórico comprendido entre el siglo IV a.n.e. y el siglo I de nuestra era. ¿Para qué servían o cuál era su significado? Ese sigue siendo un misterio por descubrir.
Nos hallamos antes unas esculturas zoomorfas a las que se denomina tradicionalmente verracos -cerdos reproductores-. Pese a ello, en ocasiones parecen representar toros (los famosos ‘Toros de Guisando’ quizás sean los más conocidos) y en otras jabalíes. Sus rasgos, muy simplificados y esquemáticos, siempre representan a un animal macho, de pie y sobre una peana y casi siempre están esculpidos en granito.Estas esculturas fueron obra de los vetones y se desconoce cuál fue realmente su significado, existiendo varias teorías al respecto.Posiblemente se tratase de monumentos religiosos, con funciones protectoras sobre los pastos, simbolizando su salvaguarda por parte de las divinidades.
Otra interpretación probable es que estos animales pétreos hiciesen las veces de hitos, que señalasen las zonas de pastoreo más importantes y las vías de comunicación pecuarias. Hay que tener en cuenta que, para estos pueblos de la Edad del Hierro, la ganadería poseía una importancia crucial.