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Nº10 – Canchos de las Sábanas.

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LOCALIZACIÓN Y ACCESIBILIDAD

Los canchos de Las Sábanas se encuentran al este de la población cacereña de Berzocana, a ellos se accede por la carretera que comunica esta localidad con Cañamero (CC-21.1) y con Solana de Cabañas (CC-22.1-4).

En la parte inferior de estos monumentales canchos cuarcíticos se encuentran, además, las cuevas de los Morales y de Los Cabritos, a las que es posible acceder desde la pista que sube a la Casa Rural de la Finca de la Sierra, donde la ruta está debidamente señalizada.

ATRACTIVOS DE LA VISITA

Desde la carretera de acceso a Berzocana se obtiene una panorámica de este monumento geomorfológico, donde es posible la observación de los aspectos geológicos descritos anteriormente, y desde sus cumbres divisaremos la extensa penillanura trujillana, dominada por grauvacas, lutitas y conglomerados matriz-soportados del grupo Domo Extremeño, donde se ubican los pueblos de Berzocana, Solana, Garciaz y Aldeacentenera

En las cuarzoarenitas de los canchos podemos localizar trazas fósiles de diferentes invertebrados marinos del periodo Ordovícico (Cruziana, Skolithos, Daedalus); también podemos contemplar la gran potencia de las Alternancias Inferiores del Ordovícico con Skolithos, y las lutitas negras del Ediacárico (Grupo Ibor) con buenos ejemplares de filamentos algales (vendoténidos y Sabellidites), siendo significativos algunos yacimientos localizados en los cortes de la carretera de Berzocana a Cañamero. El contacto entre esta unidad y la serie con Skolithos sólo es visible en lugares muy puntuales. Las lutitas del Grupo Ibor se meteorizan con gran facilidad y generalmente están cubiertas por derrubios o sobre ellas se han desarrollado suelos.

Además, bajo los resaltes cuarcíticos de la ladera de esta sierra se encuentran la cueva de Los Cabritos y el abrigo rocoso de El Risquillo de Paulino, con pinturas rupestres de tipo esquemático, cuyos motivos antropomorfos y zoomorfos, que datan del Calcolítico, son arqueológicamente muy interesantes, por lo que se encuentran convenientemente protegidos por una reja. Ver la ruta a las pinturas rupestres de Berzocana.

Podremos también visitar una curiosa “piedra caballera” de naturaleza cuarcítica, conocida como la Cabeza del Moro, así como el cercano Jardín Botánico Municipal, ubicado sobre los terrenos de las llamadas Alternancias Inferiores, situadas bajo la Cuarcita Armoricana, ricas en icnofósiles de Skolithos y Cruziana.

En Berzocana es obligada la visita a su impresionante iglesia parroquial de San Juan Bautista, declarada Monumento Histórico de Interés Nacional en 1977, y donde se guardan, según una antigua tradición, los huesos de San Fulgencio y Santa Florentina, hermanos de San Leandro y de San Isidoro de Sevilla. Así mismo, podremos ver el Centro de Interpretación de la Arqueología Comarcal del geoparque, donde hay una réplica del famoso Tesoro de Berzocana (siglo VIII a. C.) y otras piezas arqueológicas.

INTERPRETACIÓN GEOLÓGICA

Los canchos de Las Sábanas se localizan en la vertiente suroeste de la conocida como sierra de Berzocana. Litológicamente, están constituidos por potentes estratos de cuarzoarenitas ordovícicas (Cuarcita Armoricana).

Su situación es paralela a la barra de Cuarcita Armoricana que forma el flanco suroeste del sinclinal de Santa Lucía. Ello es debido a dos plegamientos muy unidos que denominamos sinclinal de Berzocana y anticlinal de Cañamero. El primero, en forma de U, se encuentra inclinado dejando todo su flanco suroeste al descubierto formando las Sábanas. El otro flanco se corresponde con la U invertida del anticlinal y forma los riscos superiores de la sierra. Entre ambas formaciones rocosas queda un valle en altura que se corresponde con el núcleo sinclinal.

Próxima a la carretera, la serie con Skolithos (galerías verticales fosilizadas de invertebrados marinos) se sitúa discordante sobre el Grupo Ibor, que incluye abundantes fósiles de vendoténidos y Sabellidites. Estos son fósiles de organismos de cuerpo blando (interpretados como algas y anélidos respectivamente), por lo que se han conservado como compresiones en las que sólo se pueden ver las partículas de carbono.