Este geositio se emplaza sobre niveles de diamictitas que datan de la última etapa del periodo Ordovícico (445 a 443 Ma) en la cual el planeta sufrió severas glaciaciones que fueron causa de un fenómeno de extinción masiva de las especies que habitaban sus mares. De hecho, esta extinción se cuenta como la segunda en importancia de registro biológico. Una descripción detallada de estos niveles la encontramos en el Geositio 28 (Cancho de la Trucha),
En esta zona, las diamictitas incluyen una matriz lutítica que engloba fragmentos de rocas alóctonas, las cuales fueron transportadas por el hielo de glaciares procedentes del casquete existente del polo Sur que se situaba en las áreas emergidas de Gondwana. En su avance, estos glaciares incorporaban fragmentos de roca hasta alcanzar el océano, donde los glaciares se fundían y estos fragmentos de roca caían y se incorporaban a los sedimentos marinos fangosos formando las diamictitas. De esta forma, las diamictitas constituyen un testimonio de la gran glaciación que provocó los intensos cambios climáticos que se produjeron al final del Ordovícico.