44-EL PATRIMONIO INTANGIBLE

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Más allá de la riqueza patrimonial que representa el bagaje físico que nos ha dejado el paso de los siglos en forma de templos, fortalezas, ingeniería civil, monumentos y otros lugares con valores culturales, artísticos e históricos, existe un patrimonio mucho menos tangible, aunque en absoluto menos valioso. Se trata de la cultura tradicional, entendiéndola como auténtico valor patrimonial, considerándola como una rica transmisión de generaciones anteriores con gran carga identitaria, merecedora, por tanto, de medidas de protección y de su puesta en relieve, al igual que el patrimonio material.

A pesar de que estos sean valiosos elementos que contribuyen a la diversidad cultural y creatividad de cualquier sociedad, de que constituyan rasgos de identidad de una tierra y de que muchos de ellos se encuentren en grave riesgo de desaparición, el patrimonio inmaterial ha sido el último en considerarse como patrimonio cultural como tal. La artesanía popular, las danzas, las canciones, las leyendas, el léxico, las festividades, son manifestaciones culturales protegidas por la UNESCO desde 2003 y dignas de preservación, al igual que cualquier otro tipo de patrimonio.

En Extremadura existen numerosas muestras de manifestaciones culturales que han pervivido a lo largo del tiempo y que han formado parte de la vida de las personas de forma viva y dinámica. Ello es debido a la profusión de pueblos y culturas que han ido ocupando su territorio a lo largo de los siglos, dejando su impronta y enriqueciendo el acervo cultural. En esta riqueza de patrimonio inmaterial también ha jugado un papel importante el carácter de zona de intercambio cultural que, durante milenios, ha tenido Extremadura. La Vía de la Plata, conexión entre el sur de la Península y el norte, al igual que la red de vías pecuarias, sirvieron de cauces por los que circulaban usos, costumbres y saberes. La cercanía a Portugal qué duda cabe de que también aportó y aporta su influjo a los saberes tradicionales y a las manifestaciones culturales de esta tierra.

Pero si las rutas ganaderas y de peregrinación sirvieron de puerta de entrada para el enriquecimiento de las tradiciones, la índole fronteriza de Extremadura y su situación periférica, contribuyó a preservarlas. En efecto, el que la región se mantuviese al margen de las sucesivas revoluciones industriales, favoreció el mantenimiento de formas culturales originales. El Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara no es una excepción y en sus pueblos se atesora un interesantísimo acervo de costumbres. Entre ellas se encuentran las relacionadas con las actividades ganaderas, agrícolas y forestales, incluyendo los antiguos oficios y jergas, así como los conocimientos tradicionales sobre actividades productivas. También se incluyen en este tipo de patrimonio las distintas formas lingüísticas, las numerosas manifestaciones de la tradición oral, como dialectos, jergas, léxicos y toponimias. Del mismo modo, pertenece a este tipo de herencia la literatura oral: cuentos, leyendas, romances, mitos, refranes, proverbios, dichos, dictados tópicos, etc.

Así mismo, forman parte de esa cultura inmaterial ámbitos como la gastronomía o la elaboración de alimentos y bebidas tradicionales, de los que el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara tiene un buen muestrario con los productos incluidos en distintas denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas: D.O.P. Queso Ibores, D.O.P. Miel Villuercas-Ibores, D.O.P. Dehesa de Extremadura, D.O.P. Ribera del Guadiana. A ellas hay que unir cerezas, castañas, la famosa morcilla, embutidos diversos, una rica repostería… La artesanía representa un espacio importante en este ámbito, encontrando en la zona del Geoparque excelentes ejemplos de ella, como la calderería y fabricación de utensilios en cobre, la cestería con tiras de castaño, los encajes de bolillos, la alfarería, la talla de madera, los antiguos telares, la orfebrería, la artesanía del corcho…

La preservación de este ingente patrimonio cultural debe de correr a cargo de la propia comunidad depositaria que, en definitiva, es quien ha de mantenerlo vivo. Pero sobre las administraciones públicas también recae la responsabilidad de esta salvaguarda.En este sentido, desde la Dirección General de Museos Bibliotecas y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura se está llevando a cabo el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de Villuercas e Ibores. Manifestaciones como los caminos de Guadalupe, la elaboración de los quesos de Ibores o la mencionada artesanía del cobre, son algunas de las manifestaciones que están siendo inventariadas, estudiadas y documentadas