La réplica de una cueva con pinturas rupestres y la reproducción de varios de los elementos del conocido como Tesoro de Berzocana, de la Edad de Bronce, son algunos de los atractivos que nos ofrece el Centro de Interpretación de la Arqueología de Berzocana. Visitándolo podemos hacer un viaje imaginario por el devenir y la historia de todas las culturas que, durante milenios, se asentaron en estos valles. Más de 250 piezas arqueológicas de distintas épocas nos dan testimonio de esa presencia humana en el territorio.
Se trata de uno de los centros de interpretación e información del Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara y uno de los más importantes para poder comprender el pasado de la zona. Abrió sus puertas en el año 2013, aunque tuvo su precursor en el conocido como Museo Arqueológico de Berzocana.Sus fondos se han enriquecido gracias a piezas llegadas de las excavaciones que la Universidad de Extremadura, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Barcelona han realizado en toda la zona. Merece la pena destacar las de la propia localidad donde se ubica, Berzocana, que durante tres años permitieron localizar y excavar más de cien tumbas de distintos tipos.
Un asentamiento importante y que aportó piezas muy valiosas, es el yacimiento tardorromano de ‘Cuesta Quemada’ de la Dehesa Boyal de Valhondo. Gracias a la datación de los restos se determinó que pertenecían a un establecimiento minero-rural de siglo III o IV de nuestra era. Tras ser estudiados, buena parte de los materiales rescatados, de un valor incalculable para la cultura extremeña, están expuestos al público en este centro de Berzocana.