En 1950 el reputado fotógrafo estadounidense Eugene Smith llegó a España para realizar un reportaje sobre la ‘pertinaz sequía’ en España. Uno de los más famosos reporteros internacionales recorría con su cámara un país sumido en la pobreza y el atraso, hasta que sus pasos le llevaron a Deleitosa, el lugar que le pareció idóneo para su reportaje. Las fotos que hizo allí conmocionaron al mundo y denunciaron la situación en la que se encontraba buena parte de aquella España de posguerra aislada del exterior
En los dos meses y medio en los que ‘El Smith’, como le conocían en Deleitosa, permaneció en el pueblo, realizó un informe de 24 páginas y acumuló 45 rollos de película, 1.575 negativos y 113 impresiones fotográficas definitivas. Había llegado allí en la primavera de 1950, tras leer un artículo en el diario ABC sobre la Extremadura profunda. Junto con su asistente Ted Castle y su intérprete, Nina Pinado, se integró en la vida del pueblo, algo que él consideraba necesario para llevar a cabo su trabajo.
Sus fotografías captaron una sociedad inmersa en el abandono y en el atraso, en la que las calles estaban sin asfaltar, no existía el agua corriente, el teléfono, la electricidad o las infraestructuras sanitarias.
En ese contexto de carestía y subsistencia, el objetivo de Smith puso su atención en el día a día de sus gentes, en sus costumbres, en los rostros de sus vecinos, en sus oficios… Hilanderas, campesinos en la era, niñas en su primera comunión, curas, guardias civiles, niños barriendo con ramajos, pintadas de ‘Viva Franco’…