Estamos a los pies de uno de los mejores miradores que existen en el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara: el farallón granítico sobre el que se alzaba el castillo árabe, posteriormente de la Orden de Alcántara, cuyos restos se mantienen en pie y del que toma el nombre la localidad. En la base de esta imponente ubicación se sitúa la iglesia de Nuestra Señora de la Peña (el nombre no puede ser más explícito), uno más de los muchos e importantes ejemplos del estilo mudéjar existentes en este territorio.
La Iglesia de Santa María de las Peñas o Parroquia de la Virgen de la Peña, como también es conocida en el lugar, es un templo construido en su mayor parte con fábrica de mampostería y piedra, aunque posee elementos, como el remate del campanario o los arcos de entrada y ventanas, en los que se recurrió al ladrillo. Esta combinación de materiales es típica del estilo mudéjar (en el que confluyen las tendencias de los reinos cristianos de la península con la tradición constructiva de los musulmanes que quedaron bajo el dominio de aquellos), sobre todo en lo que se refiere a arquitectura religiosa.
En su diseño y en su imagen está presente el patrón del mudéjar extremeño, con paramentos sencillos y sin apenas vanos. Se puede apreciar un influjo del mudéjar guadalupense que, impulsado con el auge de los jerónimos en el Real Monasterio, extendió su área de influencia a toda la zona del actual Geoparque.