Guadalupe es uno de los pueblos más turísticos y privilegiados de toda Extremadura. Su famoso monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993, además de otros hitos arquitectónicos, urbanísticos y culturales con los que cuenta este municipio del este de Cáceres, lo convierten en una parada obligatoria para cualquier turista.
Pero más allá de la monumentalidad de la puebla de Guadalupe, tienes que saber que sus alrededores cuentan con uno de los entornos naturales más importantes de Extremadura: el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara.
Declarado por primera vez como geoparque en septiembre de 2011 al entrar a formar parte de las Redes Europea y Global de Geoparques que otorga la UNESCO, este entorno natural conserva un patrimonio geológico único que lo convierte en un escenario privilegiado.
El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara propone gran variedad de rincones que visitar donde mimetizarte con la naturaleza y respirar un aire puro que sólo lugares como éste te pueden brindar.
Entre ellos, destacan notablemente el Risco de la Villuerca, la Mina Costanaza, el Sinclinal de Santa Lucía o la cueva de Castañar de Ibor.
Si es la primera vez que visitas esta zona y lo que buscas es llevarte la mejor estampa del geoparque, tienes que visitar el risco de La Villuerca, situado entre los municipios de Navezuelas y Cañamero. Desde este punto del parque natural podrás observar algunos enclaves de la zona como el valle del río Guadalupe, el anticlinal del río Almonte o la impresionante vista de la sierra de Gredos. Además, el ascenso hasta la cima del conjunto natural de las Villuercas constituye un itinerario de gran relevancia patrimonial.
Algunos viajeros prefieren indagar en las entrañas del geoparque y por eso les recomendamos que visiten la mina Costanaza. Su explotación se cerró allá por el año 1944 y, en ese momento, contaba con 210 metros de profundidad y hasta 14 plantas. Lo que el viajero se llevará de esta visita es el conocimiento de primera mano de cómo los mineros explotaban la mina, así como el método con el que llevaban a cabo la extracción de los minerales.
Declarada Monumento Natural, la cueva de Castañar de Ibor es otro de los enclaves donde el visitante podrá conocer la vida del geoparque bajo tierra. Desde hace 2 millones de años, el agua ha ido disolviendo rocas formadas en fondos marinos de hace 550 millones de años. Estos dos mundos han dado origen a un lugar sin igual, gracias a la riqueza de su composición y lo extraordinario de sus formas.
Pero tu visita al geoparque no puede terminar sin conocer el destacable Sinclinal de Santa Lucía. Si la subida hasta este mirador ya es impresionante (ya que asciendes por un fondo marino puesto en vertical debido a las fuerzas de nuestro planeta), las vistas cuando llegas a la cima te dejarán sin palabras.
Pero esto no es todo, y es que, el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara cuenta con un extraordinario patrimonio natural ilustrado por las Siete Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) y ocho Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) reconocidos en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea.
¿Eres un apasionado de la naturaleza? Entonces tienes pendiente una visita al maravilloso enclave natural que rodea a la puebla de Guadalupe. Visita nuestro geoparque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y adéntrate en los rincones más asombrosos de Extremadura.